Propósito
El objetivo primordial de una válvula sostenedora de presión es asegurar una presión mínima adecuada para el proceso de retrolavado en un sistema de filtración. Esto evita que el filtro quede sucio y previene problemas operacionales en el equipo. Para mantener la presión por encima de este nivel, se emplea una válvula sostenedora de presión que mantiene una presión mínima preestablecida. Este control es independiente de las fluctuaciones del caudal o de la presión aguas abajo.
En situaciones donde no se pueda ajustar adecuadamente la presión mediante una válvula sostenedora, es posible recurrir a bombas para aumentar la presión durante el proceso de limpieza.
Este enfoque garantiza una limpieza eficiente del filtro, y optimiza el funcionamiento del sistema y evita posibles inconvenientes relacionados durante el proceso.
Funcionamiento
La válvula sostenedora de presión se instala en la línea principal, aguas abajo del filtro, y funciona al establecer una presión en su piloto de control el cual reacciona en respuesta a cambios en la presión de agua en la línea de retrolavado. Si la presión en la tubería está sobre el nivel de seteo la válvula permanece abierta modulando para mantener la presión requerida. Por el contrario, si la presión cae bajo el punto de seteo la válvula se cierra sosteniendo la presión aguas arriba.
¿Cuándo es necesario?
La falta de presión puede afectar negativamente la eficacia del proceso de retrolavado, prolongando el tiempo necesario para completar la limpieza del filtro. Por tanto, resulta imprescindible contar con una válvula sostenedora de presión, la cual garantizará un flujo de agua adecuado durante el retrolavado, especialmente en situaciones donde:
- La presión en el sistema hidráulico varíe constantemente, dificultando el mantenimiento de una presión constante durante el proceso de retrolavado.
- La presión sea demasiado baja, llegando a ser insuficiente para llevar a cabo el proceso de retrolavado de manera efectiva.
Al implementar la válvula sostenedora de presión, se asegura un retrolavado eficiente y se evitan los inconvenientes derivados de la falta de presión, optimizando el funcionamiento del sistema.