Es simplemente un elemento mecánico que permite la gestión adecuada del aire dentro de la tubería, sacándolo e ingresándolo cuando sea requerido.
Una válvula de venteo opera principalmente en los siguientes casos:
(a) Llenado de la línea, sacando grandes cantidades de aire para poder llenar la tubería de agua.
(b) Vaciado de línea, ingresando grandes volúmenes de aire por un orificio de gran diámetro. Con esto, se permite evitar el colapso producido por la brusca caída de presión en puntos críticos de la tubería.
(c) Cuando el sistema se encuentra presurizado, liberando las burbujas que van quedando atrapadas dentro de la línea, a través de un pequeño orificio ubicado en la parte superior de la válvula. Este aire se genera por cambios en la presión o temperatura del fluido, pero también puede venir desde la bomba o estanque, o producto de un resalto hidráulico en sistemas que tienen zonas presurizadas y despresurizadas.
Para poder cumplir con las funciones descritas anteriormente es que existen principalmente tres tipos de válvulas de venteo:
La importancia de las válvulas de venteo radica en que su buen uso no supone un costo adicional relevante para la inversión de un sistema, pero a la vez genera beneficios que pueden ser perfectamente cuantificables, tales como maximizar eficiencia del sistema de bombeo minimizando las pérdidas de carga, evitar oscilaciones de presión y funcionamiento anómalo de la instrumentación, proteger el sistema de roturas, entre otras.
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